miércoles, abril 05, 2006

Mai-Doncella

En principio iba a hablaros de Last Exile, tal y como dije ayer, pero esta mañana, para mi sorpresa, he soñado con Mai Otome, de modo que no puedo hacer otra cosa que interpretarlo como una señal y comentarla a continuación.

La susodicha serie es la continuación oficiosa de Mai Hime (la cual comenté hace algún tiempo), teniendo lugar en una especie de mundo paralelo donde sus personajes han pasado a tener otras identidades. La protagonista es Arika, una vivaz muchacha que se enrola en Garderobe, la academia donde se forman las OTOME, poderosas guerreras que, una vez graduadas, sirven a los máximos dirigentes del mundo. Esa ha sido su ilusión desde siempre, ya que su madre también fue OTOME y ella quiere seguir sus pasos; sin embargo no todo es tan bonito pues pronto empezarán a desencadenarse una serie de acontecimientos que amenazarán con destruir el orden establecido.

En un principio creí que una de las principales cosas en las que aventajaba Mai OTOME a su predecesora era en la historia, ya que si bien la de Mai HIME tenía era muy interesante, contaba con un planteamiento algo más simple que la que nos ocupa. Quizá sea porque Mai HIME se desarrollaba únicamente en un ámbito escolar, pero el caso es que tuve ese pálpito inicial.

Desgraciadamente no fue así. Si bien es cierto que el mundo de Mai OTOME cuenta con una complejidad potencial mayor, está tremendamente limitado por su primitivo desarrollo, y esto nos lleva a su mayor defecto: es un anime que, pudiendo haber sido maduro, camina por la senda de lo infantil, vagando en tierra de nadie y no llegando a nada.

No puedo dejar de expresar mi decepción por que tanto potencial haya sido desaprovechado. Hubiera podido superar a Mai HIME, pero se ha quedado a medio camino. De todas formas tiene cosas muy aprovechables, como algunos personajes que no han perdido su carisma, ciertos guiños a la primera temporada, las escenas de lucha y la gran banda sonora a cargo de Yuki Kajiura (aunque también es inferior a la original). También tiene algún giro argumental interesante, pero considerándolos globalmente se quedan en meros "quiero y no puedo".

En resumen, una serie en la media, buena técnicamente y en general recomendable para los amantes del género "chicas-batiéndose-el-cobre". Eso sí, los que disfrutaron con Mai HIME probablemente queden defraudados.

Por cierto, inexplicablemente ninguno de los mejores fansubs se ha animado a subtitularla, así que os tendréis que conformar con alguna de las mediocres versiones disponibles en español. Personalmente la más decente me parece la de Saehara no Fansub.

A cuidarse, mañana más (a ver si continúo así de constante...).


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Al parecer hay cuatro OVAs de Mai Otome anunciados para un futuro cercano. Con suerte, tal vez logren mejorar nuestra impresión global de la serie...

¿En qué consistía el sueño exactamente? xD

Sallem dijo...

Mmm...la verdad es que lo recuerdo muy vagamente, creo que solo llegó a salir Arika un poco XD. Me acuerdo únicamente del final.

Estaba durmiendo en una especie de gran habitación con literas (debía compartir habitación con todas las Coral, no sé XD) y de pronto me levanta un rayo. Entonces me doy cuenta de que no hay nadie y, extrañado, salgo al pasillo del palo sigilo en Morrowind (XD). El ambiente es extraño, y las pocas luces que hay encendidas amenazan con apagarse. Vuelvo a la habitación y, en ese momento, suena el teléfono como un rugido. Lo cojo temeroso y una voz diabólica me habla, amenazándome de muerte, burlándose de mí. El pánico está a punto de hacerme mella, pero logro controlarlo e intento rebelarme; pero la voz no me sale, se ahoga en mis labios. Me falta el aire.

Y aquí me despierto, y lo hago con un susto que no veas XD. Tan estúpido como terrorífico :P.

Anónimo dijo...

Me parece muy fuerte que digas lo de "mediocres". Anda y vete a la porra.

Sallem dijo...

Es mi opinión, y deberías respetarla en vez de perder la compostura.

Respeto el trabajo de todos y cada uno de los fansubs, pero los hay mejores y peores, sencillamente, como en todo.