La de hoy será una entrada especial, y no porque vaya a comentar una gran serie, Ghost in the Shell: Stand Alone Complex, sino porque será la primera que comente desde mi nuevo hogar, fuera del lecho materno. El proceso de emancipación ha sido largo y laborioso. Queda todavía por hacer, ni siquiera tengo Internet (estoy con un Wi-fi de FON peligrosamente inestable) y he perdido cerca de cuatro kilos, mas ha valido la pena. Espero que a medio plazo la autonomía me proporcione estabilidad y ayude a que me centre en mis objetivos vitales. Tras este pequeño apunte personal comenzamos.
Basada en el maravilloso mundo creado por Masamune Shirow, GITS: SAC nos hace viajar al 2029, a un mundo donde la línea entre lo orgánico y lo cibernético se ha estrechado hasta el límite cambiando el mundo tanto para bien como para mal. Se perdió el miedo a muchas enfermedades, Internet pasó a formar parte del propio ser mediante el uso de cibercerebros; nacieron los cyborgs y los robots de cocina pasaron a tener piernas, brazos y rostro humanos. La guerra siguió siendo brutal, pero se hizo más sutil.
En este mundo de cables, conexiones neuronales y conspiraciones por doquier, es fundamental para cualquier gobierno contar con los mejores funcionarios. Ahí es donde entra la Sección 9, un grupo de soldados sin reconocimiento oficial dedicados a labores de inteligencia, rescate o cualquier cosa que sea menester. Tras un tiempo funcionando sin problemas, ante ellos se presentará el asunto más difícil y turbio al que se hayan enfrentado.
Hace años que vi Ghost in the Shell, y la verdad es que pese a su fama e innegable calidad global, no puedo decir que despertara en mí (al menos en su momento) grandes emociones, cosa que sí ha hecho hecho la serie de televisión. No puedo compararlas, pues no recuerdo tampoco con demasiado detalle la película, pero sí puedo afirmar que probablemente no haya visto anime tan rico en detalles, de tal intensidad argumental y con trama de complejidad semejante (bueno, quizá Evangelion, si obviamos los alucinógenos que debió ingerir Hideakki Anno durante su concepción).
GITS: SAC coge lo mejor del cyberpunk Gibsoniano y de Blade Runner, vigorizándolo con la adición de personajes muy potentes, geniales secundarios, diálogos absorbentes y el estilo Japonés que tanto sabe atrapar, huyendo eso sí de la mayoría de clichés que suelen disminuir su credibilidad (aunque la maciza ligerita de ropa no falta a su cita). Si a todo eso le sumamos un apartado técnico sobresaliente y música de Yoko Kanno, creo que sobran más elogios. Como punto negativo podría decir que no todo el mundo aguantará del mismo modo las disertaciones filosóficas, intrigas políticas y bailoteo constante de nombres que se presentan ante el espectador en los momentos de calma. Esto es sin duda una herencia de la película original, pero en mi opinión no se hace tan denso como en la susodicha.
En definitiva, una auténtica obra maestra que debí descubrir antes y de la cual no tardaré en ver su secuela: 2nd GIG. De momento os recomiendo esta parte y os insto a haceros con los respectivos DVD's o Avi's. Claro que, teniendo en cuenta el nivel medio de las ediciones españolas de DVD's de anime, quizá sea mejor la segunda opción.
¿Soñarán los androides con ovejas eléctricas? No sé, pero yo tengo sueño. Me iré a dormir un rato e intentaré soñar con gatitas “eléctricas” :P. Juas, la noche me mata...
A cuidarse.
