viernes, enero 27, 2006

La Princesa Abandonada

Dicen que después de la tempestad viene la calma, y debe ser por eso que, tras unos días bastante activo, deje de escribir hasta hoy. Más de medio mes desde último post, y en ese insignificante lapso de tiempo me ha dado tiempo de concluir el visionado de la serie de la que voy a hablaros: Scrapped Princess, o lo que es lo mismo, La Princesa Abandonada.

La fantasía heroica siempre ha dispuesto de grandes exponentes, siendo Slayers quizá el más representativo y conocido en occidente; pero últimamente noto cierta escasez de producciones de este tipo, viéndose claramente superadas en número por las series de ninjas, mechas o comedias. Afortunadamente el anime que nos ocupa viene a soliviantar en la medida de lo posible esa carencia, y lo hace con todas las características inherentes al género, como son la ambientación medieval, la magia, los largos viajes y las épicas batallas.

La historia nos sitúa en la piel de Pacifica Cathule, una inocente quinceañera que es perseguida por todos al creerse, en base a una sagrada profecía, que en su dieciséis aniversario causará la destrucción de la humanidad. Pacífica es "el veneno que destruirá el mundo" según el dogma de la religión dominante, y por ello sus hermanos la protegen en un camino hacia el exilio que les acabará por conducir hasta la verdad que tras la profecía se esconde, una realidad que va más allá de lo que nunca pudieron imaginar.

No se puede negar la evidencia. La Princesa Abandonada nos plantea, de inicio, una historia simplona y que puede traernos mil reminiscencias a otra producciones. Sin embargo no tarda en
alejarse de ese camino de mediocridad para entrar en una senda más o menos constante de sorpresas e interesantes giros argumentales que, tras 24 episodios, desembocan en un clímax demasiado extraño para que uno no piense que podría haberse tomado otro camino. Es sólo al haber superado el shock cuando reflexiona y se acuerda de lo que ha disfrutado con el buen desarrollo de la trama, los magníficos personajes (la mayoría demasiado desaprovechados) y la espléndida factura tanto técnica como musical.

Y es que al fin y al cabo, y a pesar de que en el fondo crea que se le podía haber sacado más jugo, lo importante es que disfruté profusamente con las aventuras de tan hermosa muchacha. Os la recomiendo de todo corazón. Por cierto, gracias a Kefka-kun por instarme a su visionado (y pásate por el MSN, que tengo algo para ti xD).

A cuidarse.


miércoles, enero 11, 2006

Shuffle!

No sé que me pasa que estoy que lo tiro, señores, de modo que aprovecharé esta inusual hiperactividad bitacorera (para tratarse de mi, se entiende) y comentaré un anime cuyo último episodio visioné ayer y que lleva el título del nombre del post, un anime basado en un juego al igual que otras series como Air, Da Capo o Green Green.

Shuffle! pertenece a una rama del romance-ecchi-drama llamada "harem anime", o lo que viene a ser lo mismo, una serie protagonizada por un estereotipo de muchacho muy concreto (soso, amable y habitualmente pusilánime) que trae como locas a un número elevado de mozas por las que cualquiera mataría. En este subgénero podemos incluir obras como Futakoi (no Futakoi alternative, de la que algún día he de hablar), Lamune (serie que tal y como transcurre no puedo recomendar de momento) o Girls Bravo (serie mediocre donde las haya).

El argumento nos sitúa en la era actual años después de que las puertas a dos dimensiones paralelas a la nuestra, Shin y Ma, se abrieran y habitantes de esos mundos pasaran a convivir con nosotros. Aquí entran en escena Rin, un chico que perdió a sus padres en un accidente de tráfico, y Kaede, una muchacha cuya madre también murió en dicho suceso. El padre de Kaede acogió a Rin desde entonces, y ambos vivieron juntos una vida aparentemente feliz una vez lograron superar lo ocurrido. La casualidad quiso que en aquellos años Rin hiciera amistad por un día con dos chicas perdidas que a partir de ese día no lo olvidarían (llamadlas enamoradizas...) Esas niñas resultaron ser las princesas de Shin y Ma respectivamente, y cuando crecen se van a vivir con sus padres al mundo humano para reencontrarse con él y hacerle su esposo. Pero las cosas no son tan fáciles en el amor, y más cuando terceras, cuartas y hasta quintas personas se meten por medio...

A primera vista a alguien puede parecerle que Shuffle! no me ha gustado especialmente, y sería así de no ser porque la serie da un giro radical a partir de su ecuador, dejando así de ser una sarta de situaciones estúpidas y momentos ecchi gratuitos. Esto es propiciado por una evolución súbita de las féminas, que dejan por momentos de perseguir como estúpidas al protagonista para sacar a relucir sus más profundos desvelos y motivaciones.

Si en algo destaca y se mantiene regular es en el aspecto técnico, ya que tanto en el dibujo como en la animación no sufre altibajo alguno en los 24 episodios que dura. La banda sonora es buena, sobresaliendo algunos temas instrumentales por encima de los demás, pero sin demasiados alardes.

En definitiva. A pesar de todas las taras que tiene en conjunto, no puedo hacer más que recomendar la serie a los amantes de este tipo de historias. Y lo hago a pesar de los primeros episodios, los montones de topicazos de los que hace uso, y las carambolas del destino que obliga a tragarse al espectador. Pero en fin, lo que busca el anime es entretener, y a veces no hay que buscarle tres pies al gato. Las cosas son como son.

Para los que quieran echarle el guante pueden encontrarla aquí. Cuidaos.


lunes, enero 09, 2006

Aire - Segunda parte

Recientemente tuve el placer de ver la película que echa el cierre a Air, una serie que comenté hace un tiempo. Normalmente no hablaría de ella, pero en vista de que mi colega Kefka Kun no tiene intenciones de verla, pues la serie le causó una melancólica impresión, me veo en la obligación de comentar mis impresiones para intentar convencerle de lo contrario.

Básicamente Air - Prelude, que así se titula el largometraje en cuestión, relata en hora y media los hechos acaecidos en los episodios televisivos pero desde un prisma ligeramente distinto, incluso variando drásticamente algunos acontecimientos. La caracterización psiquica de los personajes se ha dejado prácticamente intacta, aunque los pocos cambios que hay los considero acertados en pos de una humanización algo mayor de la de ya de por sí gozaban.

El diseño de personajes también se ve un poco alterado en Air - Prelude, decantándose más por unos rasgos más estilizados que los personajes típicamente japoneses de ojos grandes y cabelleras infinitas que aparecían en la serie, manteniendo empero el nivel de perfeccionismo, sin apenas planos estáticos y fondos inertes. La música no varía desde la versión televisiva siendo, por lo tanto, magistral, maravillosa, celestial.

En resumen. Honestamente, no puedo decir que sea una obra de imprescindible visionado para aquellos que ya han disfrutado (o sufrido) de la serie; sin embargo creo que merece la pena verla sólo por ver los nuevos matices en los protagonistas, el reformado enfoque de la historia y el leve cambio en el final. Tras esto sólo me queda recordar que no recomiendo verla si lo acabáis de dejar con vuestra pareja: las lágrimas están garantizadas. Personalmente me gusta que las series me hagan llorar, en el fondo es una liberación, un drenaje para el alma; pero de las muchísimas que veo apenas Air y unas pocas más lo han logrado.

Espero que esto haya servido para ablandar a Kefka-kun y que se decida a bajarla. Por cierto, después de muchos meses ha actualizado su blog, no cuenta nada demasiado relevante pero echadle un vistazo si no tenéis nada mejor que hacer.

Para redondear el post, he actualizado la sección del Mp3 con un tema de Air acompañado de su correspondiente letra. Espero que os guste.


viernes, enero 06, 2006

Mata-ne, Chrismas

Seis de enero, día de reyes y último día oficial de esto que llamamos navidad. Hace tiempo que me dejaron de gustar, supongo que cuando dejé de ser un niño (aunque sigo siéndolo) y perdí casi toda la inocencia (sí, todavía me queda). Sin embargo la navidad se resiste a morir para mi, y no perdona la prolongación de una fiesta que comenzó al mediodía, para celebrar el cumpleaños de una prima.

Lo que antes veía tal y como las multinacionales y los medios quieren que lo veamos, ahora es sólo una hipócrita excusa para aglomerarse en grandes zonas comerciales y ver a personas de las que pasas el resto del año. Y es triste porque creo que reunir a la familia y/o/u amigos es algo que debería poder hacerse en cualquier momento. No hay época inapropiada para ver a tu gente, ni mes inadecuado para amar y, sin embargo, parece que tengamos que hacerlo todo en apenas dos semanas. Tamaña concentración de buenos deseos vanos y amor superficial resulta empalagoso hasta la extenuación, casi irreal, y cuando termina necesitamos que la tierra vuelva a dar otra vuelta al sol hasta volverlo a repetir. Estaría bien administrar todo ese "amor" a lo largo del año, hacer de ello algo más normal a nivel social, mediático, y que así la navidad fueran sólo unas semanas de ilusión para los niños y unos días de fiesta para los adultos.

Reflexiones propias aparte, y aunque no puedo evitar pensar en que hay gente que está sufriendo mientras El Corte Inglés se encarga de recordarnos lo idílica que es la navidad, intento disfrutar de ella cuanto puedo. Por ejemplo la fiesta de año nuevo fue genial. Aparte de hacer lo que se hace en este tipo de eventos cuando eres joven (y no tanto), mis amigos y yo acabamos pelando unas patatas para hacernos unas improvisadas bravas. Nunca había pensado en el efecto desestresante que tiene ese acto tan convencional, os lo recomiendo a todos. Me veo de mayor con mis nietos, frente a la chimenea, explicándoles que un día celebré el fin de año pelando patatas... sencillamente inverosímil. Lo que no os recomiendo es jugar al Buzz y que el perdedor de cada ronda tenga que beberse un chupito. Verdaderamente peligroso...

En fin. En este momento mi casa sigue llena de familiares, conocidos, cánticos por doquier y exaltaciones de la amistad. Los vecinos se quejan, pero es bonito. Me alegra ver que, aunque sólo sea por estas fechas, mi familia sigue unida. Con sus problemas, muchos, pero unida.

Felicidad para todos durante los próximos 365 días y más allá (y que a mi me vaya mejor...).