martes, diciembre 21, 2004

Aventuras urbanas

Lo tengo comprobado. Las consolas, los PC's, los juegos Java del móvil...todo está anticuado. El mundo de los videojuegos se ha quedado pequeño, hoy lo que se lleva son las Aventuras Urbanas. Y os preguntaréis... ¿Qué coño dice ahora este tío? A lo cual yo respondo: Soy un loco, no tengo por qué decir nada con sentido, y este caso no es una excepción, pero voy a intentar argumentar todo esto de una forma que no parezca más perturbado de lo que en verdad estoy (que es mucho).

Hoy salía yo de hacer un trabajito en la zona centro de Barcelona, y me disponía a iniciar el largo camino que me separaba de la parada más cercana en la que mi autobús más preciado (porque me deja en frente de casa) hacía escala. Antes de partir di una vuelta por el Fnac (que por cierto, tiene un horroroso surtido de tarjetas gráficas y a un precio exorbitado), y posteriormente salí del edificio tranquilamente... ingenuo de mí. Aquí comenzó la caza del encuestador.

Nada más salir me encontré de frente con el primero, e iba de corbata. Preguntaba a la gente no se qué de su futuro profesional. Fui hábil y pude evitarlo una primera vez con una preciosa finta; pero se dio cuenta, giró y se dispuso a asaltarme. Por suerte para mí otro pobre hombre pasó por delante y fue cazado de lleno. Se sacrificó para salvarme y siempre le estaré agradecido . De todas formas aquello no había hecho nada más que empezar. Subí la calle y me encontré de frente con otro encuestador atuendado con un extraño peto. Torcí hacia el otro lado sin demora para evitar ser presa de su voraz hambre inquisitoria y crucé la calle hasta la Plaza Catalunya.

Al poco encaré el Paseo de Gracia, donde esperaba encontrarme más tranquilo, pero iba muy errado. Nada más pasar una calle tuve un nuevo cruce con estos extraños seres. Esta vez eran dos e iban organizados. Me camuflé entre la muchedumbre cual camaleón y, al llegar a su altura, pasé por la espalda de uno sin que notase mi furtiva presencia. Pensé que lo peor había pasado, pero volvía a estar equivocado. A la altura de la calle Valencia, dos más acechaban a los incautos transeúntes. Me habían visto, fui derecho a la boca del lobo, sólo, y ya era imposible esquivarles. Afortunadamente me tocó una bella chica y el trago se hizo menos amargo, pero ahora me lamento al pensar que las únicas mujeres que se interesan por mi son aquellas que quieren hacerme una encuesta. Que triste sino...

Doblé a la derecha por la siguiente calle, malherido pero vivo. Fue una experiencia absolutamente terrorífica.

En resumen. Si un día os aburrís y no tenéis nada mejor que hacer, id por la mañana al centro de Barcelona que tendréis emociones aseguradas, todo el mundo debería probarlo al menos una vez en la vida. Es como un Action-RPG pero en plan real, eso sí, nada adictivo (al menos para mí, luego cada cual tendrá sus gustos). Os parecerá surrealista, pero en cierto modo me recordó a ese anuncio de PlayStation 2 donde los ventrílocuos cazan deportistas y los mecánicos de F1 defienden su territorio de Brokers despistados (gran spot).

Y en el próximo episodio: Los abominables tocape... encuestadores telefónicos (pobres, ya sé que es su trabajo pero la verdad, molestan ^^U).

Saludos (sí, tengo sueño :P)

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