Llevo algo de retraso en las actualizaciones, soy consciente, pero ruego me disculpéis. El pasado fin de semana fue largo, y dispuse de poco tiempo cibernético para dedicar al noble arte de "bloggear" (rima y todo). Espero enmendar ese hecho con la siguiente reseña, la de Fate/Stay Night, la última adaptación al anime de un juego de Type-Moon.
Shirou Emiya es un joven huérfano cuyo objetivo en la vida es ser un bondadoso defensor de la justicia, como su fallecido padre adoptivo. Por ello siempre intenta ayudar, en cualquier lado, a cualquier persona, aún sabiendo que están aprovechándose de él (tranquilos, yo tampoco lo entiendo). Aparte de su fuerza de voluntad y capacidad de sacrificio, Shirou, como su padre adoptivo, posee ciertas habilidades mágicas, pero tan insignificantes que apenas le serán de utilidad cuando se vea inmerso en los acontecimientos que empezarán a tener lugar en la ciudad, todos ellos propiciados por una guerra, la quinta guerra por el Santo Grial que disputarán 7 magos con sus respectivos 7 servants, héroes de la historia de la humanidad que regresan a la vida para cumplir deseos que se llevaron a la tumba.
Fate/Stay Night es una de esas series que progresivamente hacen que la historia, considerablemente floja (y plagada de patadas históricas, todo sea dicho), pase a un segundo plano en favor de los personajes. Y no es que éstos sean especialmente carismáticos, pero el buen saber hacer de Type-Moon los dota, sobretodo a las féminas, de un encanto especial que engancha al espectador, cosa que no es de extrañar siendo adaptaciones de aventuras conversacionales hentai, donde en ocasiones prima más lo que se ve a lo que se lee...
No puedo considerar en tono positivo lo anteriormente expuesto, pero saber reconocer las propias limitaciones para explotar las características más favorables es una particularidad de la que muchos animes innombrables deberían haber gozado en su día. Precisamente "explotar" es la palabra que definiría otro de sus defectos, ya que se abusa demasiado de la relación entre el protagonista y uno de los servants, dejando demasiado de lado a unos secundarios que merecían más. Además, el protagonista es un estúpido niñato con convicciones absurdas que es menos creíble que un político en un mitin, y si por él fuera hubiera dejado de ver la serie en el primero de sus 24 episodios.
En el apartado visual, musical y artístico, Type-Moon vuelve a malacostumbrarnos con un bonito dibujo (aunque no me gusta especialmente), una buena animación (brillante por momentos), y una banda sonora genial donde prima un estilo misterioso y místico. Los temas de entrada y salida no me han apasionado, pero el segundo opening tiene su punto.
En síntesis: Fate/Stay Night es una buena serie, poco más. El argumento es vulgar, le sobra el protagonista y le falta chispa; pero aún con eso sabe remontar y mantener unas cotas altas de interés, lo cual no es poco, aunque uno no puede sino preguntarse como hubiera quedado de haber sido más fiel a otras rutas del juego.
Si queréis bajarla recurrid a la fantástica versión que han llevado a cabo los entes de AnimeUnderground.
Con esto me despido. Tengo la intención de comentar Full Metal Panic!, pero como son tres temporadas me parece que me costará un poco ponerme. Este fin de semana, si la disipación y el libertinaje que gusto de practicar los días festivos me lo permite, intentaré hacer el esfuerzo.
Mientras tanto, cuidaos.
Shirou Emiya es un joven huérfano cuyo objetivo en la vida es ser un bondadoso defensor de la justicia, como su fallecido padre adoptivo. Por ello siempre intenta ayudar, en cualquier lado, a cualquier persona, aún sabiendo que están aprovechándose de él (tranquilos, yo tampoco lo entiendo). Aparte de su fuerza de voluntad y capacidad de sacrificio, Shirou, como su padre adoptivo, posee ciertas habilidades mágicas, pero tan insignificantes que apenas le serán de utilidad cuando se vea inmerso en los acontecimientos que empezarán a tener lugar en la ciudad, todos ellos propiciados por una guerra, la quinta guerra por el Santo Grial que disputarán 7 magos con sus respectivos 7 servants, héroes de la historia de la humanidad que regresan a la vida para cumplir deseos que se llevaron a la tumba.
Fate/Stay Night es una de esas series que progresivamente hacen que la historia, considerablemente floja (y plagada de patadas históricas, todo sea dicho), pase a un segundo plano en favor de los personajes. Y no es que éstos sean especialmente carismáticos, pero el buen saber hacer de Type-Moon los dota, sobretodo a las féminas, de un encanto especial que engancha al espectador, cosa que no es de extrañar siendo adaptaciones de aventuras conversacionales hentai, donde en ocasiones prima más lo que se ve a lo que se lee...
No puedo considerar en tono positivo lo anteriormente expuesto, pero saber reconocer las propias limitaciones para explotar las características más favorables es una particularidad de la que muchos animes innombrables deberían haber gozado en su día. Precisamente "explotar" es la palabra que definiría otro de sus defectos, ya que se abusa demasiado de la relación entre el protagonista y uno de los servants, dejando demasiado de lado a unos secundarios que merecían más. Además, el protagonista es un estúpido niñato con convicciones absurdas que es menos creíble que un político en un mitin, y si por él fuera hubiera dejado de ver la serie en el primero de sus 24 episodios.
En el apartado visual, musical y artístico, Type-Moon vuelve a malacostumbrarnos con un bonito dibujo (aunque no me gusta especialmente), una buena animación (brillante por momentos), y una banda sonora genial donde prima un estilo misterioso y místico. Los temas de entrada y salida no me han apasionado, pero el segundo opening tiene su punto.
En síntesis: Fate/Stay Night es una buena serie, poco más. El argumento es vulgar, le sobra el protagonista y le falta chispa; pero aún con eso sabe remontar y mantener unas cotas altas de interés, lo cual no es poco, aunque uno no puede sino preguntarse como hubiera quedado de haber sido más fiel a otras rutas del juego.
Si queréis bajarla recurrid a la fantástica versión que han llevado a cabo los entes de AnimeUnderground.
Con esto me despido. Tengo la intención de comentar Full Metal Panic!, pero como son tres temporadas me parece que me costará un poco ponerme. Este fin de semana, si la disipación y el libertinaje que gusto de practicar los días festivos me lo permite, intentaré hacer el esfuerzo.
Mientras tanto, cuidaos.