martes, noviembre 20, 2007

De una pieza

El título de este post bien podría servir para dos cosas: o para hablar de un anime (cosa que no toca al ser One Piece una serie con muchos capítulos por delante) o para referirme a cómo se quedó uno de mis compañeros de piso al ver lo siguiente...


Y es que las temidas tres luces rojas que tan mala fama han acarreado a la consola de Microsoft aparecen cuando menos te lo esperas. Nadie está a salvo, al menos nadie cuya Xbox360 tenga la antigüedad suficiente como carecer del sistema de refrigeración que empezó a instalarse en ellas de un tiempo a estar parte.

Lo peor es que la mía tiene todos los números para caer en un lapso puede que breve de tiempo, cosa especialmente grave si tenemos en cuenta la avalancha de grandes títulos que está recibiendo la plataforma en esta recta final de año. Habrá que ir buscándole una caja para cuando toque facturarla hacia el SAT.

Bueno, hasta aquí el post mensu... quincenal (Marbu: ¡mentiroso!). Sé que estoy en plan perro (cosa paradójica siendo un gato) pero ni he terminado ninguna serie ni este es un blog lo suficientemente personal como para que me ponga ahora contaros mi vida. Para cotillear vidas ajenas están las revistas del corazón y Gran Hermano :P.

Ale, a cuidarse.