sábado, junio 30, 2007

El rincón literario (1)

Más de una vez, antaño, he tenido ganas de comentar libros que pasan por mis manos, pero el exceso de series por comentar siempre reprimía ese impulso. Sin embargo las cosas cambian, y en este momento, y por un motivo completamente opuesto, creo que se tercia hacerlo.

Empecemos, por ejemplo, por un par de trilogías que devoré el año pasado: El Señor del Tiempo y La Puerta del Caos, ambas escritas por mi admirada Louise Cooper, conocida autora de buena literatura fantástica.

El Señor del Tiempo trata de un niño repudiado por la sociedad al que el destino le lleva a ser absorbido por un Warp, una especie de tornado del Caos, el cual lo deja malherido en la otra punta del mundo, con tanta suerte que es recogido por una caravana que viaja hacia el lugar más venerado del mundo: el castillo del Sumo Iniciado situado en la Península de la Estrella. Allí es instruido en las artes arcanas y acaba convirtiéndose en uno de los Iniciados de mayor rango.

Hasta ahí bien. Ha crecido feliz y con amigos, cosa que nunca podría haber esperado de su anterior vida. Sin embargo siempre ha habido algo dentro de él que no ha sabido identificar, algo que un día surgirá desde los planos astrales para enfrentarle consigo mismo.

Tras tres lecturas de Espejismo, otra obra de Louise Cooper (posterior a la que nos ocupa) no esperaba menos de El Señor del Tiempo. A la narrativa fluida y agradable de la autora británica, se le unen una trama inteligente (y original, teniendo en cuenta que tiene más de 20 años) ambientada en un mundo que se antoja muy verosímil, sin dejar de lado unos buenos personajes que el lector disfruta viendo crecer y conspirar durante los tres tomos: El Iniciado, El Proscrito y El Orden y el Caos.

La segunda trilogía, La Puerta del Caos, es algo posterior cronológicamente, y no voy a comentarla, pues probablemente desvelaría demasiadas cosas de la primera. En todo caso diré que es una digna secuela, aunque en general me gustó menos que El Señor del Tiempo.

En fin, supongo que lo mio no son las críticas literarias, pero menos da una piedra. La próxima vez que toque el tema supongo que comentaré algo sobre la obra que me tiene cautivado actualmente: La Saga de Geralt de Rivia.

Saludos.


lunes, junio 11, 2007

Lago Negro

Llevo bastantes semanas sin comentar anime alguno, de modo que estos días me he puesto serio y he acabado de ver una serie que tenía a medias: Black Lagoon.

Levantarse, ir al trabajo, aguantar a los jefes, comer, aguantar a los jefes otra vez, cenar, dormir poco y mal... La vida moderna es rutina, agobio, tensiones. Cualquiera con una vida así daría lo que fuera por alejarse de esas cosas, por poder huir a un lugar lejano donde olvidar que una vez se desperdició la vida entre monitores, gritos e informes. Claro que tampoco hay que irse de un extremo a otro como le pasa a Rokuro Okajima (alias Rock): pasar de ser un hombre de oficinas a miembro de un grupo de peligrosos mercenarios afincados en la ciudad más peligrosa del mundo es demasiado... radical, ¿no?

Me encanta la fantasía, la magia, las historias de personajes con poderes increíbles , aunque de vez en cuando echo en falta algo que me devuelva al mundo real, algo como Black Lagoon. Bueno, no es que esta serie esté libre de gente "muy difícil de matar", pero lo considero una licencia justificada que no encaja mal en el contexto dibujado.

Y es que este anime nos mete de lleno en el infierno: Roa Napra, una ciudad donde la única ley es que no hay leyes y las distintas mafias se baten constantemente en pos de sus ilimitadas ambiciones. Aquí nadie sobrevive honradamente, y eso incluye a la compañía Black Lagoon, que se dedica a hacer trabajitos en su barco armado. Da igual si es la mafia rusa, la triada china o quien sea, mientras paguen bien.

Black Lagoon consta de dos partes de 12 capítulos cada una (separadas por motivos que desconozco): la primera podría considerarse de presentación, ya que se centra en dibujarnos a los personajes y en el proceso de adaptación de Rock a una vida que en un principio no parece sentarle nada mal; la segunda, que tiene el sobrenombre de Second Barrage, enseguida adquiere un hilo argumental fijo, centrándose en una guerra de mafias y mostrándonos las dudas de un hombre que no sabe si caminar hacia el sol o hacia la oscuridad.

Los personajes son uno de los puntos fuertes de la serie, ya que si bien el protagonista no es nada del otro mundo, enseguida nos atraparán sus compañeros y la biodiversidad criminal que puebla Roa Napra. Lo malo es que 24 episodios se quedaron cortos para desarrollarlos todos.

Técnicamente Black Lagoon se mantiene siempre en un nivel bastante alto, aunque en algún episodio noté bajones notables en la calidad del dibujo. La música se adapta bien a cada situación y el tema del opening es acertadísimo, pues captura toda la esencia de la serie.

Resumiendo: Black Lagoon es totalmente recomendable. Eso sí, no es apta para morales delicadas ni para los que no gusten de ver constantemente la peor cara del ser humano. Yo le hubiera quitado algunas fantasmadas, y ciertos detalles puntuales que tendrán su origen en ser la adaptación de un manga que seguramente será mucho más largo (lo ignoro), pero en general me he quedo con que he gozado de una gran serie de acción.

En su día fue subtitulada por los entes de AnimeUnderground, y parece que los torrents todavía tienen fuentes, así que aprovechad.

A cuidarse.